REDUCE NIVELES DE COLESTEROL
El aceite de oliva, emblema de nuestra dieta mediterránea, está constituido principalmente por ácido oleico (ácido graso monoinsaturado), que ayuda a reducir el colesterol-LDL y aumenta el colesterol-HDL. El aceite de oliva virgen además, protege de la oxidación, reduce la presión arterial y la inflamación y disminuye la tendencia de la sangre a formar trombos.
¿Son iguales todos los tipos de aceite de oliva?
En el mercado podemos encontrar tres clases diferentes de aceite de oliva: el denominado “aceite de oliva”, un segundo etiquetado como “aceite de oliva virgen” y finalmente el “aceite de oliva virgen extra”.
Los dos últimos resultan del prensado en frío de la aceituna, sin manipulación térmica ni química, lo que significa que además de ser fuente de grasa monoinsaturada, también lo son de vitamina E, carotenos, esteroles vegetales, antioxidantes y compuestos fenólicos (sustancias protectoras sobre la salud cardiovascular que se pierden en el proceso de refinado).
Por el contrario, el simplemente denominado “aceite de oliva” resulta de la mezcla de una pequeña parte de “aceite virgen” y de una gran proporción de aceite refinado, con lo que este aceite tendrá mucha menos cantidad de esos componentes minoritarios protectores.
Finalmente existe un aceite que podemos considerar el hermano pobre de la aceituna, aunque también proceda de ella: el “aceite de orujo”. Éste se extrae del producto final que queda, una vez obtenidos los anteriores, y es siempre refinado. A pesar de ello, el tipo de grasa es igual a la de sus hermanos, por lo que es un alimento que podemos considerar saludable, por su riqueza en grasa monoinsaturada.
¿En qué consiste el refinado de los aceites?
El refinado es un procedimiento que libera al aceite de las impurezas y componentes químicos que se producen durante su obtención y preparación y que son indeseables para el consumo. Este proceso combina el tratamiento físico y el químico, siendo imprescindible para que los aceites de semillas (girasol, maíz, etc) puedan consumirse. Sin embargo, el aceite de oliva puede consumirse sin refinar. Solo si las aceitunas son de mala calidad, el aceite necesita ser refinado.
La calidad del aceite de oliva depende por tanto, de factores como:
- Grado de acidez. Se refiere a la cantidad de ácidos grasos libre que contiene el aceite, que se liberan cuando la aceituna es defectuosa por causa de una plaga o enfermedad, o bien se ha maltratado durante la recolección. El aceite de oliva de baja acidez es garantía de un producto sano, elaborado en condiciones óptimas en todo su proceso. El grado de acidez de un aceite no guarda relación con su sabor. Un aceite de oliva virgen extra de baja acidez no es un aceite de poco sabor.
- Índice de peróxido. Expresa el grado de enranciamiento del aceite.
- Absorbancia de ultravioleta. Se utiliza para detectar los componentes anormales de un aceite.
- Características organolépticas: (color, olor, sabor): la degustación es imprescindible para apreciar la personalidad y el carácter de cada aceite de oliva.
Fuente:colesterolfamiliar.org